miércoles, 18 de julio de 2012

Ventajas y desventajas de que las fuerzas armadas mexicanas participen en tareas de Protección Civil

Desde la formación del Sistema Nacional de Protección Civil se ha presentado una controversia entre dos corrientes de pensamiento, los que están a favor de la respuesta socialmente organizada y la respuesta de comando:

En la primera, la propia sociedad se asume como responsable de su autoprotección ante la amenaza o impacto de un agente destructivo, de su resiliencia y de su gestión integral del riesgo. La Organización de las Naciones Unidas promueve este mecanismo en comunidades aisladas en el mundo (en México tenemos el ejemplo con la Protección Civil Comunitaria que PNUD desarrolla en diversos lugares de Chiapas).

El principal exponente de este concepto en América es Chile, quienes gobiernos de izquierda desarrollaron la idea durante años, sin embargo el modelo colapsó con el gran sismo de 2010, donde el ejercito chileno tuvo que asumir el control de la situación ante la ineficiencia de las instancias oficiales y de la sociedad civil en la zona impactada por el tsunami posterior al sismo.
El segundo modelo es eminentemente militar y asume que los civiles somos incapaces de mantener el orden durante una situación crítica o de emergencia, por lo que es necesario –durante este caos- asumir un modelo rígido y de mando vertical que impida la desviación de los objetivos por la anarquía civil preponderante en estos momentos de desconcierto.
Es importante precisar, que existen países en el mundo donde la presencia militar en una emergencia, no es bien vista ni aceptada, debido a que en esos lugares, las fuerzas armadas tienen un perfil estrictamente bélico, represor y ha sido usado en contra de la propia sociedad civil en momentos críticos. Ejemplo de ello eran los países centroamericanos y sudamericanos en los años 60 y 70. Un ejemplo actual de esto es la MINHUSTA de la ONU en Haití.
El modelo mexicano asume una postura de equilibrio entre ambos modelos, permitiendo el libre movimiento de las estructuras militares y civiles en la gestión de una emergencia; sin embargo este equilibrio se ha dado –en casi 29 años del SINAPROC- a pasos tortuosos; en efecto, la combinación de un pensamiento castrense con un pensamiento libre y flexible pero en muchas ocasiones anárquico, ha requerido de grandes cambios de voluntad y de visión de parte de todos.
Los militares han adoptado los conocimientos de Protección Civil emitidos por los entes civiles pero sobre todo han asumido una actitud responsable y se coordinan con todas las estructuras del SINAPROC, ya que finalmente nuestro sistema es legalmente un mecanismo de coordinación interinstitucional.

Ventajas del modelo militar en México:
  • La mayor parte de la sociedad mexicana confía en ellos y son bien aceptados y reconocidos.
  • Los problemas de inseguridad pública que vive el país, han obligado a los tres órdenes de gobierno a multiplicar los recursos para este rubro. Como consecuencia de ello las fuerzas armadas se han visto beneficiadas de ello y por ende cuentan con mayores recursos para la Protección Civil que los civiles.
  • La presencia de fuerzas armadas en prácticamente todo el país, permite una respuesta organizada ante la amenaza e impacto de un agente perturbador.
  • La respuesta en el modelo militar cuenta con todo tipo de recursos logísticos dado su potencial económico (helicópteros, barcos, vehículos terrestres, personal, alimentos), a diferencia de la gran mayoría de los respondedores civiles.
  • Debido a su modelo rígido y vertical a los militares no les afectan hacia su interior los productos de la metaemergencia (política, medios de comunicación y redes sociales), debido a que sus comunicaciones también son verticales.
  • Implementación de procedimientos y protocolos de forma puntual.

Desventajas del modelo militar:
  • Sin duda alguna la mayor desventaja es la sobre posición de los militares por encima de los civiles en materia de Protección Civil.
  • Reportan directamente al Presidente de la República y a gobernadores estatales y es aquí donde se cruzan con la metaemergencia porqué su visión militar de una amenaza o el impacto de éste con la producción de un evento destructivo, generalmente es distinta a la que la Secretaría de Gobernación Federal y las Secretarías de Gobierno o en su caso las Secretarías de Seguridad Pública estatales reportan.
  • Lo anterior provoca que el los ejecutivos federal y estatales tengan dos versiones de un mismo hecho, al que en el énfasis de la metaemergencia se suman las versiones de los medios de comunicación y la de las redes sociales.
  • Con ello nos encontramos ante la presencia de que el modelo militar -en un futuro- absorba las funciones del SINAPROC.
  • De ocurrir lo anterior, los exiguos recursos que ahora se dan a la Protección Civil serían absorbidos por las instancias castrense, lo que significaría la desaparición de las instancias civiles en la Protección Civil.


2 comentarios:

  1. Hola estimado Amigo, espero seguir con esta dualidad de mando civil-militar en nuestro país, me han tocado emergencias pequeñas que no interviene el SINAPROC pero si las fuerzas castrenses y su sistema de trabajo es muy diferente al civil, donde practicamente hemos transferido el mando de la misma metaemergencia y seguimos sus indicaciones.
    Saludos y abrazos desde Culiacán.

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  2. Hola estimado Amigo, espero seguir con esta dualidad de mando civil-militar en nuestro país, me han tocado emergencias pequeñas que no interviene el SINAPROC pero si las fuerzas castrenses y su sistema de trabajo es muy diferente al civil, donde practicamente hemos transferido el mando de la misma metaemergencia y seguimos sus indicaciones.
    Saludos y abrazos desde Culiacán.

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